Dos años de silencios mediáticos
significa la muerte, siempre y cuando se considere que alguna vez existió la
vida en este bloc. Hacerle un masaje cardiopulmonar en estos momentos para reanimarlo
quizá sea una tarea absurda e innecesaria; no obstante aquí estoy nuevamente arropándome
con calidas páginas de libros en una habitación con vistas al cielo.
No sé hasta cuando latirá
su corazón, pero mientras tenga un leve pulso opinará sobre todo lo que la
filología engloba con la esperanza de que pueda parecer interesante; o
simplemente para mantener viva una llama que nació oliendo a azahar, en un claustro con un pequeño estanque donde
habitan peces rojos rodeados de naranjos y magnolios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario